Cinturón de Esparto y de Sisal

El uso del cinturón en la indumentaria de los nazarenos tiene un profundo significado simbólico que se remonta a los orígenes de la Semana Santa.

En sus inicios, se trataba de un cordón de cáñamo que se ceñía a la cintura y ascendía hasta el cuello, como representación visible de la injusta condena de Jesús, rememorando la soga con la que fue conducido en su pasión.

Con el paso de los siglos, este elemento sufrió una doble evolución:

1. Por un lado, se ensanchó y transformó en el actual cinturón de esparto o cáñamo, que no solo mantiene su simbolismo penitencial, sino que también facilita la colocación elevada del cirio, típico en algunas hermandades.

2. Por otro lado, se mantuvo la forma original en lo que hoy conocemos como cíngulo, que reproduce la idea del cordón que se ataba tanto al cuello como a la cintura, perpetuando así el mensaje de humildad y penitencia ante el sufrimiento de Cristo.

Hoy en día, tanto el cinturón como el cíngulo son elementos esenciales del atuendo del nazareno, y su uso sigue transmitiendo, generación tras generación, el espíritu de recogimiento, penitencia y fe que define la Semana Santa.

Cinturones de esparto